LOS CELOSOS
La autora argentina, Silvina Ocampo nació en el seno de una rica familia burguesa, lo que le aseguró una excelente educación. Viajó de joven por Europa, estudiando pintura en París y frecuentó importantes círculos literarios.
Fue una de las fundadoras de la revista literaria Sur, de gran calado en la primera mitad del siglo XX, donde conoció a su futuro marido, el también escritor Adolfo Bioy Casares. Su primera antología, pues destacó sobre todo el campo del relato, apareció en 1937 bajo el título de Viaje olvidado.
Ocampo destacó también en el campo de la poesía, llegando a recibir el Nacional de Poesía de Argentina, y publicó varias novelas. En 1959 logró el reconocimiento general de la crítica gracias a La furia. Publicó también relatos dentro del género infantil y estrenó una pieza teatral, Los Traidores. También habría que destacar sus textos biográficos que recogen toda una época de la literatura argentina, junto a Bioy Casares y Borges.
Más allá de etiquetas, lo que caracterizaba a Silvina Ocampo es que estaba siempre en la vanguardia. Lo que ella escribía se parecía poco, o nada, a lo que escribían los demás en ese momento.
Silvia Ocampo convertía lo extraño en cotidiano, de ahí que muchos hayan destacado el surrealismo de sus historias, la ambigüedad de su lenguaje e, incluso, su capacidad de subversión. La magia, el psicoanálisis y las distorsiones cognitivas eran elementos recurrentes en sus cuentos, lo que hacía que estos siempre se movieran entre lo real y la fantasía, entre el sueño y la vigilia.
A partir de los 14 años